Alumno del mes Noviembre: Cristián Araya

Cristián Araya en nuestro alumno del mes. Lleva un par de meses en la escuela y en este poco tiempo se ha hecho un espacio muy importante entre nosotras, mostrando que con constancia y trabajo duro se logra un buen trabajo. Comenzó con dos clases a la semana y hoy nos acompaña casi toda la semana durante las tardes, ya que asiste a 4 clases.

Cristián se acercó al mundo de la joyería gracias a su hijo que es Orfebre. Al principio le costó entender que su hijo, “mi hijo el genio” como él dice, quería dedicarse a ello, pero con el tiempo comprendió que era una profesión como otras, en dónde nunca se dejaba de aprender y se requería mucho trabajo y constancia.

Cristián es Contador Público y Auditor. Trabaja en Dole Chile S.A. como Sub-Jefe del Departamento de Comercio Exterior; “Mi vida siempre estuvo llena de números, impuestos, balances, inventarios y controles internos, y no es que no me guste, pero hace algún tiempo se despertó en mi esa beta artística que todos tenemos y decidí buscar algo que pudiera aprender, con todas las limitaciones que pueda tener alguien que nunca estuvo ni cerca de ser artista, de esos que nunca tuvieron buena nota en artes plásticas o técnico manual”. Fue así como comenzó su interés, primero con un curso de Vitrofusión, luego con un curso de lámpara Tiffany, hasta que finalmente decidió incursionar en la joyería.

Al principio desconfió un poco de sus capacidades, pues “nunca pensé que sería capas de hacer algo tan fino como una joya, porque siempre he pensado que si no lo haces bien mejor no lo hagas”. Y al parecer, se tomó esto como el pilar fundamental de su trabajo, porque efectivamente es un alumno que trabaja duro, perfeccionista y dedicado.

Según él, RAGGO+CORREA es la escuela ideal; tanto por horario y ubicación, así también por las clases en sí: “un escuela en que la teoría te la entregan los profesores en la medida que vas desarrollando piezas de joyería. Cada pieza te permite aprender a usar herramientas y diferentes técnicas. Es así como en un par de meses ya he aprendido a fundir, laminar, calar, engastar, esmaltar, hacer mosaico, forjar, poner remaches, etc. Ya se para que sirven en orfebrería las sierras, limas, soplete, ¿que es un triboulet?, pie de metro, etc.”.

En pocos meses Cristián ha aprendido mucho, y sobre todo, se dio cuenta que puede hacerlo y que las posibilidades de aprendizaje son infinitas. No importa a qué te dedicas actualmente ni en qué trabajas, sino que lo más importante son las ganas y el trabajo duro.